En el oriente Boliviano, las Misiones Jesuítas de Chiquitos perduran por más de tres siglos. Quedan como un legado extraordinario porque son las únicas misiones jesuítas en Sud América que no fueron destruidas, como lo fueron las misiones del Paraguay y el norte argentino, las misiones Jesuítas bolivianas permanecen vivas y vigentes. Siete de los diez pueblos chiquitanos conservan templos de la época: San José, Santa Ana, San Rafael,San Miguel, San Ignacio, Concepción San Javier, todas ellas declaradas PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD por la UNESCO.
Ubicadas a 200 Kms. De la ciudad de Santa Cruz, las Misiones se constituyen el asentamiento principal de los Jesuítas en el nuevo mundo. Sirvieron para convertir a las tribus nómadas en comunidades llamadas "reducciones" a fin de iniciar a los indígenas en la vida religiosa, civil y artística, las misiones Jesuítas bolivianas se edificaron desde 1691 hasta 1760. Menos de un siglo permanecieron los religiosos en tierras Chiquitanas creando admirables sociedades en productividad, orden y arquitectura. El 13 de octubre de 1767, el Rey de España ordenó que los misioneros jesuítas fueran expulsados de las posesiones de España en el nuevo mundo, esta expulsión dejó a las comunidades a merced de los españoles y portugueses.
La arquitectura de los templos de estilo barroco mestizo, destaca, pinturas murales y talladas de maderas en los retablos, púlpitos y cajonerías. Las iglesias emulan la apariencia de construcciones del país de origen del jesuíta Martín Schmit, sacerdote suizo y su principal arquitecto, combinadas con impresionantes columnas talladas en madera, hermosas pinturas y altares dorados.
El turismo cultural de las misiones esta centrado en sus iglesias y también nos ofrece una dinámica actividad artesanal. La naturaleza y sus poblaciones indígenas, sus tradicionales pueblos con costumbres ancestrales constituyen un atractivo cultural de gran importancia en la zona. Acogedoras poblaciones y cálidos habitantes hacen de las Misiones Jesuítas bolivianas un atractivo sudamericano sin igual, desde hace más de 300 años. "Una de las mayores controversias del siglo XVIII". Con excepción de la Revolución Francesa, ningún acontecimiento causó una mayor controversia a fines del siglo XVIII, como la expulsión de los Jesuítas de España y Portugal y de las posesiones coloniales en América.
Las misiones jesuíticas eran Organizaciones cuasi socialistas se regían por el principio de la tierra. Los talleres eran propiedad de la comunidad, el trabajo era obligatorio para todas las personas hábiles y una porción de los frutos estaba destinada al mantenimiento de huérfanos, viudas, ancianos, e inválidos.
Llevados por su interés de catequizar a los aborígenes chiquitanos, los Jesuítas determinaron establecer reducciones en la región. En esta empresa tuvieron la colaboración de las autoridades peninsulares, pues ello también convenía a la corona y a las poblaciones de la llanura. La primera de estas misiones jesuíticas fue San Francisco Javier, establecida en 1692 por el padre José de Arce con la parcialidad de los piñocas.
En 1696, el padre Juan Bautista de Zea fundó la segunda, San Rafael, con miembros de las tribus Tabicas y Taus. Al año siguiente se fundo la tercera de San José, obra de los padres Felipe Suarez y Dionisio de Avila con indígenas Boros, Penotos, Caotos, Jamaros y Tamacuras.
La cuarta misión Jesuítica, San Juan Bautista, aparece en 1699 con los padres Juan Bautista de Zea y Patricio Fernández, concentrando a indígenas Tanipuicas, Curicas, Pequiquias, Uberecas y Petas, según en padre Fernández. Aquí hubo una pausa de 22 años, hasta 1721, cuando se establece San Miguel, compuesta por Chiquitos, Bosorocas, Tabicas, Guarayos y otros. En 1722 el padre Lucas Caballero efectúa el establecimiento de Concepción con Chiquitos, Paunacas, Guarayos y Pisocas, entre otros, según afirma el padre Sánchez Labrador. En 1724 aparece la de San Ignacio de Zamucos, con el padre Agustín Castañares. En 1748 el padre Areijer funda San Ignacio de Loyola, congregando diversas tribus chiquitanas; con otras parcialidades o parte de las mismas, los padres Gaspar Troncoso y Gaspar Campos fundan la misión de Santiago en 1754; poco después en 1755, el jesuíta Julián Nogles establece la de Santa Ana; finalmente, los padres Antonio Gaspar y José Chueca constituyen la de Santo Corazón. El establecimiento de las misiones contribuyó eficazmente a vigilar la frontera y preservarla de las invasiones "bandeirantes", avisados inmediatamente a las autoridades de Santa Cruz las incursiones que efectuaban aquellos llamados "mamelucos". Eran éstos criollos y europeos de San Pablo, Brasil, dedicados al comercio de esclavos; con tal objeto formaban "bandeiras", expedisiones que incursionaban en las posesiones españolas con el fin de aprisionar a los indígenas y llevarlos a las haciendas de las posesiones portuguesas para venderlos.
Las misiones Jesuíticas son un legado cultural, expresión de arte y arquitectura plasmada en sus templos. Los misioneros jesuítas enseñaron a los pobladores originarios la técnica del trabajo en madera los nativos no solo aprendieron si no que enriquecieron el arte con sus propias visiones, fusión que se podrá apreciar en esta ruta a siete de las mas importantes construcciones jesuítas, edificadas desde 1692. La flora se caracteriza por la existencia de vegetación típica boscosa, siempre verde; la fauna amazónica es diversa, cuenta con primates como los monos aulladores y el mono araña, también se aprecia mamíferos como el chancho de monte el oso hormiguero, el lobo Crin y el lobito de rio. En aves sobresalen los tucanes y las parabas, se destaca la existencia de murciélagos nectariferos de lengua larga. Uno de los grupos étnicos mas importantes en el área amazónica es el Chiquitano, que se asentado principalmente en San. Javier Concepción, San. Ignacio y San. José, practican la agricultura de subsistencia, la caza y la pesca. La habilidad de la comunidad originaria se traduce en diversas artesanías como el tallado en madera, tejidos, alfarería, cestería y la elaboración de instrumentos musicales.
MONTERO: A 52 Km. de Santa Cruz, en su zona de influencia funcionan ingenios y aserraderos, áreas de cultivo con huertos de cítricos, bananas y mangos. La fauna es un atractivo complementario muy importante; no es extraño apreciar apacibles ñandúes o bandadas de palomas silvestres en sus alrededores, el viento deja escuchar el llamado de las parabas y tojos. San Javier Su fundación en 1692 por los Misioneros Jesuítas, la ubica como la primera de las misiones en la región, La Iglesia está ornamentada con columnas talladas y dibujos en madera en tonos amarillo y café. En 1730, se fundó la primera escuela de música de la región para los miembros de la comunidad. Destaca la fabricación de violines, arpas y otros instrumentos.
CONCEPCIÓN: Su iglesia esta considerada como JOYA EN LA REGIÓN. La misión fue fundada en 1706 por jesuítas, restaurada en 1978 hasta 1982 es la casa del Vicariato Apostólico Ñuflo Chavez y cuenta con una nave de tres cuerpos, se complementan seis filas de columnas de madera que soportan el techo, tiene tres altares y pinturas realizadas por los lugareños. La iglesia vista en un atardecer será inolvidable, al apreciar la torre de madera y el impresionante trabajo realizado en su portada principal.
SAN IGNACIO DE VELASCO: Queda a 175 Km. de Concepción fue fundada en 1748. Sus calles son anchas y de coloración rojiza, la plaza ubicada ai frente de la iglesia, tiene árboles floridos y está rodeada de casas que mantienen sus características originales. La iglesia original destruida en 1974, fue reemplazada por una nueva que mantiene el altar y algunas partes de la edificación original.
SAN RAFAEL: Esta población fue fundada en 1696. Su iglesia fue restaurada por un equipo de artesanos recientemente, ofrece en su altar "Hojas de Oro", pórticos y columnas trabajad as en madera que soportan la cubierta.
SAN MIGUEL: Fundado en 1721, cuenta con una iglesia completamente restaurada, que mantiene las características de estilo de otras iglesias realizadas. Su altar de hojas doradas es único, así como también su cielo raso y sus grabados. Un taller de trabajos típicos.
SAN JOSE DE CHIQUITOS: Ubicado en el flanco sur de la Sierra de Chiquitos, se erigió uno de los únicos templos de piedra de toda la zona. Construido en 1698, es una excelente muestra de arquitectura hispánica llegada con las misiones jesuíticas. Fue construida por nativos del lugar bajo la supervisión de los Jesuítas. El pueblo es un importante centro productor de ganado, que cuenta con comunicación regular de bus y tren.
(Fuente: Boletin ECOBOL 01/2008)
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