¿Por qué debemos ahorrar energía?
Esta establecida qué existe una relación entre los consumos de energía y el desarrollo, donde la energía es fundamental para la consecución de niveles de calidad de vida, confort y crecimiento económico. Hoy en día es inimaginable la vida sin provisión de energía (iluminación, calefacción, refrigeración, cocción de alimentos, transporte, comunicación, etc.) ya que cada parte de nuestro mundo cotidiano y de nuestro entorno esta ligado a la energía y, no podría continuar sin ésta.
Esta situación ha generado que los consumos de energía crezcan de manera acelerada en las últimas décadas, en muchos casos se hace una utilización dispendiosa e irracional de la energía, lo que amenaza en el largo plazo con agotar los recursos energéticos no renovables como el Gas y el Petróleo, acortando su vida útil. Pero además estos derroches de energía, incrementan la ineficiencia del sistema económico y afecta en general a todos.
En éste contexto, el ahorro de energía es una de las estrategias más efectivas para reducir los consumos de energía y lograr ventajas económicas.
El ahorro energético como tal significa disminuir los consumos no útiles (por ejemplo apagar las luces de una habitación donde no hay nadie presente), como también incrementar la eficiencia en el uso de la energía, es decir, seguir utilizando la energía pero disminuyendo las perdidas (usando tecnologías más eficientes), en otras palabras, hacer más con menos.
La combinación de ambas medidas, produce ahorros en los usuarios de energía, pero también en el sistema económico en general, pues se reducen las ineficiencias y contribuyen a mejorar la intensidad del uso de la energía en el país. Es decir la tasa de uso efectivo de la energía en la generación de riqueza.
De esta manera, introducir el enfoque de eficiencia energética sobre todos los actores de la actividad económica del país, contribuye directamente a incrementar la competitividad de estos sectores y mejorar el aprovechamiento en el uso de la energía.
Ahora bien, usar menos energía tiene como un efecto directo, el reducir los impactos negativos sobre el medio ambiente, pues como se sabe, a nivel mundial uno de los sectores responsables en la contaminación ambiental, la emisión de gases de efecto invernadero, es el sector energético. Los efectos de estos excesos ya se conocen y son, el incremento del calentamiento global del planeta, el agujero de ozono y sus problemas derivados en el cambio climático.
Al reconocer que los problemas ambientales nos afectan de una manera global y constatar la amenaza que representa en el mediano plazo, en el plano internacional, existen acuerdos internacionales de los cuales es signatario Bolivia, que comprometen a hacer un uso responsable de la energía y controlar sus emisiones de gases contaminantes.
Así, considerando que el sector energético es uno de los directos responsables de la contaminación ambiental y la emisión de gases de efecto invernadero, cualquier acción que se realice relativa al uso eficiente de energía, tendrá un efecto positivo hacia el medio ambiente.
En Bolivia, las ideas para trabajar en Eficiencia Energética, deberán buscar lograr el equilibrio entre el potencial energético del país y su racional aprovechamiento afrontando los desafíos del crecimiento económico; promover medidas para mitigar o minimizar el impacto ambiental por las actividades vinculadas a la cadena energética en el marco del Desarrollo Sostenible y; desarrollar regulaciones, normas y procedimientos que gobiernen la gestión energética, promoviendo el ahorro de la energía en el marco de una política global de eficiencia.
Considerando la necesidad de un desarrollo industrial del país, particularmente este sector industrial deberá orientarse a lograr mayores niveles de competitividad y eficiencia. Por tanto alcanzar mejores niveles de eficiencia en el uso de energía junto a la actualización tecnológica, significarán un elemento clave que permita su inserción en los mercados internacionales y su permanencia en los mercados nacionales.
Las acciones para empezar a ahorrar energía empiezan con cambios de actitud. Apagar los aparatos eléctricos o las luces que no se usen en los domicilios, utilizar lámparas eficientes, usar energía solar para calentar agua, utilizar equipos eléctricos y térmicos eficientes, identificar pérdidas energéticas y reducirlas en las industrias, sustituir la gasolina y el diesel por Gas Natural en el transporte y, otras como mejorar la eficiencia del uso de la leña en el campo, son actividades que se deben realizar y que en su aplicación reflejan ahorros en dinero.
Promover la eficiencia energética es parte de ser generadores de nuevos pensamientos que promuevan alternativas de hacer desarrollo con un uso racional de los recursos y de la energía, buscando que éste guarde respeto con el medio ambiente.
Así deberemos empezar a ahorrar para el bienestar del mañana, buscando mejorar la calidad de vida de los bolivianos y erradicar la pobreza en un marco de dignidad, respetando los derechos que tienen las generaciones futuras a recibir un mundo limpio, con recursos naturales y energéticos para que satisfagan sus propias necesidades.
Tanto los pobres como ricos tendrán que aprender que más energía, no es mejor... la energía va paralela a la equidad.
Textos: Ing. Miguel Fernández F. - ENERGÉTICA
Diseño Gráfico: Arq. Juan Carlos Parra - ENERGÉTICA
(Fuente: Boletín ECOBOL 10/2006)
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